La nueva planta de Aldelis podría abrir sus puertas en octubre, gracias al buen ritmo de ejecución de las obras
La empresa aragonesa Aves Nobles y Derivados, conocida comercialmente por su marca Aldelis (antes Casa Matachín), ultima las obras de su Plataforma Logística de Zaragoza que tiene previsto abrir el próximo mes de octubre.
Al frente del diseño y dirección de ejecución de la planta está artica+i. Dicha planta se distribuye a lo largo de un gran pasillo que vertebra toda la fábrica y cuya función será la gestión de envases, materiales y residuos de toda la instalación, abanderando la automatización de procesos, la optimización de circuitos de comunicación y la digitalización.
El color blanco es predominante en las salas de elaboración, espacios diáfanos y de gran amplitud de los que parten 13 líneas de producción y donde pronto se ubicarán picadoras, amasadoras o bombas para hacer marinados. Tras los techos se esconde el corazón de la fábrica: los equipos eléctricos, frigoríficos y de filtrado del aire.
Mención especial a los sistemas de frío, estratégicos en este tipo de instalaciones. artica+i ha dotado a la fábrica con la más moderna tecnología del mercado, atendiendo a altos estándares de seguridad ya que, buena parte de las instalaciones funciona como grandes neveras con temperaturas de 6 a 8 grados. También dispondrá de recuperadores de calor y una cubierta fotovoltaica para autoconsumo energético.
Con una inversión superior a los 28 millones de euros, la nueva fábrica permitirá dar a la compañía un salto cualitativo y cuantitativo en su estrategia de expansión, duplicando su capacidad de producción de las actuales 20.000 toneladas al año, a 40.000. Un centro de operaciones, logístico y de distribución de unos 24.000m2 de superficie, construido sobre una parcela de 50.000m2 que la empresa adquirió hace dos años y que acogerá un gran obrador de hamburguesas, croquetas o albóndigas, entre otras recetas hechas con pollo y pavo.
El director general, David Botaya, destacó que es el proyecto «más ambicioso y prometedor» de la compañía, fundada en Zaragoza en 1990 por su padre, Miguel Botaya. «El nuevo edificio nos permitirá aprovechar el desarrollo tecnológico del sector agroalimentario en los últimos años, ser más eficientes y estar más preparados para dar un servicio completo a nuestros clientes», afirmó. También mejorará la logística con colaboradores y proveedores.